Mientras en el Estado Español el gran monopolio Coca Cola quiere dejar en la calle a unos 700 trabajadores, hace más de un mes que en Colombia el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Industria de Alimentos, SINALTRAINAL, presentó una tabla de peticiones a la empresa de refrescos Coca-Cola con el fin de exigir a dicha trasnacional respetar los derechos de los trabajadores a organizarse y defender sus intereses, así como el cese a la sobre-explotación permanente hacia los mismos -quienes son obligados a sobrecargas laborales y bajos salarios, la subcontratación de empleados y el despido sin indemnización de centenares de ellos, así como el no reconocimiento de los convenios colectivos. Recordemos que Coca Cola ha usado la maniobra en Colombia de despedir a centenares de trabajadores/as, para luego volver a contratarlos (o subcontratarlos) bajo peores condiciones laborales. No dejemos de perder de vista este dato, pues en España, al calor de la última reforma laboral, este parece ser el camino que quiere tomar muchas empresas para aumentar aún más sus grandes beneficios: la subcontratación y precarización de las condiciones laborales.
“Con
este pliego de peticiones, pretendemos que sea distribuida entre los
trabajadores una pequeña parte de las millonarias ganancias que
diariamente producimos los trabajadores para los accionistas de la
multinacional Coca Cola y sus empresas fachadas”.
Activistas
y empleados que ahora mismo se encuentran en negociaciones con la
corporación aseguran que su participación es vulnerable no sólo
por las condiciones laborales en sí, sino además por las
condiciones sociales y políticas del país. En
Colombia es peligroso ser sindicalista, estudiante, indígena,
campesino, etc. Pertenecer a cualquier organización que reclame
justicia social implica ser foco del Estado, un foco a eliminar. Por
poner tan solo un ejemplo, para en el año 2000,
tres de cada cinco sindicalistas asesinados en el mundo murieron en
Colombia.
Desde
que las trasnacionales se asentaron en territorio Colombiano, sobre
todo a principios del siglo XX, han dejado un rastro miseria que se
ha plasmado en el marco social, económico y ambiental. Casos
recientes son los de Coca-Cola, Drummond y Nestlé, que han sido
acusadas de aliarse con el ejército nacional para colaborar con
paramilitares e intimidar, torturar y asesinar a miembros de
organizadores sociales y sindicales.
Dentro
de la tabla de peticiones de SINALTRAINAL, se enmarcan algunos puntos
a negociar. La campaña iniciada por los/as trabajadores/as exige a
Coca-Cola suspender los despidos masivos a nivel mundial y garantías
a nivel laboral, pero sobre todo respeto por los
derechos laborales conseguidos en los convenios colectivos de trabajo
y el derecho a la organización y la movilización sindical. Se le
exige al Estado colombiano, por un lado, que se detenga la
criminalización, el acoso a la protesta social y el injusto
encarcelamiento de sindicalistas; y por consiguiente, que se enjuicie
a aquellos responsables y participantes en los asesinatos de miembros
de las movilizaciones.
La
maniobra establecida por el gobierno -cuyo interés
político/económico, ligado a la oligarquía del país, incide en la
connivencia con los grupos trasnacionales y el imperialismo, que solo
le dejan miseria al pueblo, pero que alimentan las ganancias de la
oligarquía nacional-, acrecienta el terrorismo de Estado
representado en grupos paramilitares adheridos a un capitalismo voraz
por parte de las empresas trasnacionales.
SINALTRAINAL
nació hace décadas para servir a los trabajadores como un
instrumento de organización y movilización importante del sistema
agroalimentario en Colombia y persiste desde entonces, junto con
otros sectores populares, en la lucha por lograr condiciones dignas
de la clase obrera. Sin embargo, dicho proceso le ha costado la vida
de muchos de sus integrantes, dirigentes y afiliados, múltiples
exiliados y desplazados. Recientemente y con mayor fuerza, el Estado
y las transnacionales, como Coca-Cola, han desatado una campaña de
criminalización de la protesta social vinculándolos con
organizaciones guerrilleras. Y es, actualmente, una organización que
negocia con Coca-Cola en medio de una ofensiva de amenazas de muerte
contra
sus afiliados
y sus familias y la estigmatización de la protesta y el interés
por eliminar el sindicato. Estas condiciones ponen en riesgo la
integridad de la misma y demuestra una vez más que en Colombia la
intimidación es la primera herramienta de terrorismo de Estado el
desarrollo de colectividades y la libertad sindical.
Se
exigen garantías para la lucha:
Exigimos
garantías para los trabajadores judicializados, amenazados y
perseguidos, alimentación, plan de medicina
prepagada por cuenta de Coca Cola para atender la salud de
trabajadores y familias, derecho a vivienda, educación, estabilidad
laboral, entre otros.
Las
investigaciones se han acogido además a los informes de derechos
humanos dan testimonio del permanente accionar de grupos
paramilitares que actúan en complicidad con las fuerzas armadas y
cuerpos de seguridad del Estado, sumado a esto es claro para los
trabajadores que se ha favorecido a las multinacionales y a sus
filiales.
El
22 de julio se inició una campaña internacional para exigir que
Coca-Cola deje de colaborar con los paramilitares, respete los
derechos de los trabajadores y pague indemnizaciones a las víctimas.
El sindicato pide que la gente apoye la campaña en cualquier manera
posible.
La
campaña es el resultado de tres audiencias llevadas a cabo en
Atlanta (Georgia, EE.UU.), Bruselas (Bélgica) y Bogotá, Colombia,
en 2002. Sinaltrainal, junto con otras organizaciones que
participaron en esas audiencias públicas, decidió convocar al mundo
a protestar contra los abusos que Coca-Cola ha cometido contra los
sindicalistas colombianos.
En
la coyuntura actual de crisis estructural del sistema capitalista, el
internacionalismo, representado en la solidaridad política y de
clase, son una potente herramienta que tienen los trabajadores/as de
todo el mundo. Juntos podemos librar grandes batallas y salir
triunfantes antes la precarización y explotación a que someten las
transnacionales a los trabajadores/as de todo el mundo.
Teniendo
en cuenta esto, el sindicato de trabajadores
realizará protestas en toda Colombia el próximo viernes 14 de
febrero como muestra de solidaridad con la justa lucha de los
trabajadores/as de CocaCola en el Estado Español.
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